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EL VÍNCULO LABORAL: ESENCIAL PARA EL BIENESTAR

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Sabemos que pasamos un tercio o más de nuestro tiempo en el trabajo, y la mayoría tratamos de buscar estrategias durante nuestra jornada para gestionarnos desde la individualidad: rebajar el estrés, comer bien, desconectar un rato…. pero: ¿paramos atención a cuidarnos a través de las interacciones que vamos teniendo con los demás?

Si nos paramos a pensar, estamos en constante relación: con nuestra familia, amigos, vendedores en comercios, trabajo, etc. Y hay relaciones en las cuales estamos más inmersos que otras. Las del trabajo, son de las que importan. Y lo digo como una afirmación, por dos motivos:

  • Porque el trabajo es una área de nuestra vida a la que le dedicamos mucho tiempo y energía personal.
  • Porque formamos parte de sistemas a los que pertenecemos (por ejemplo: como miembro de un equipo o departamento, como trabajador de la empresa…).

Como seres sociales que somos, además, estamos interconectados. Nos guste más o menos, hacer nuestro trabajo depende previamente de lo que hizo otra persona (un proveedor, o un compañero, o un jefe, cliente, etc.).

Así que, para tener un bienestar personal, es imprescindible cuidar el vínculo que establecemos con las personas con las que trabajamos. De forma egoista y para construir en equipo. Richard Erskine, psicólogo estadounidense especializado en el vínculo y la psicoterapia desde lo relacional, afirma que “Si no ejercitamos de forma regular nuestra capacidad de estar en sintonía con el afecto y el ritmo del otro, de sonreír y reír juntos, de expresar nuestra gratitud y amor por los demás, disminuimos la capacidad para hacerlo. Entonces nuestra salud física se resiente”[1] sostiene que si no ejercemos esa habilidad con frecuencia, podemos perder la capacidad biológica básica para hacerlo. 

Las personas que nos dedicamos a fomentar el bienestar de las personas y los equipos de las organizaciones, es imprescindible tener en cuenta una mirada que vaya más allá de la individualidad. Pensemos además que si queremos personas que trabajen en equipo, tenemos que ir más allá de encomendar tareas individuales y de centrarnos básicamente en políticas de cuidado individual.

Aún más, en tiempos de pandemia y teletrabajo, donde tenemos que buscar urgentemente nuevas maneras de comunicarnos y mantener la conexión, que antes se hacía en espacios más informales y espontáneos.

Como ejercicio final, propongo la observación de cómo os impacta las interacciones que tengáis en el día de hoy con los demás, especialmente las laborales. Si quisieras que fuera mejor, cuál sería tu granito de arena que aportarías para mejorar esa interacción?

Marta Tarrida


[1] Erskine, R. G. Contacto, sintonía y nuestro tono vagal. http://www.integrativetherapy.com/es/articles.php?id=109

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